La ilustración que acompaña el cuento es de Robin Guthrie. Genaro partió la galleta y se llevó una de las mitades a la boca. La masa estaba crujiente, sabrosísima. Percibía con claridad la mano maestra de Pedro. Su talento para hornear aquellas delicias era incomparable. Sacó el pequeño trozo de papel que sobresalía de…