Margarita vivía del cuento

Siempre quise ser como Margarita, la vecina del ático. Todos hablaban mal de ella pero yo sabía que escondía algún apetecible secreto. La primera vez que la vi fue en el ascensor, yo llegaba tarde como de costumbre, mi cabello lucía alborotado esperando albergar aves migratorias, vestía la camisa mal abrochada y alardeaba de bragueta…